Por supuesto, pero hay algunas formas de utilizar el equipo que se adaptan mejor a las actividades específicas de la jornada laboral que otras. Por ejemplo, las actividades de concentración profunda, como escribir una propuesta o trabajar en un informe, pueden realizarse mejor estando sentado o de pie, mientras que las actividades de intensidad ligera a media, como participar en una conferencia telefónica, leer y responder correos electrónicos o hacer pequeños ajustes en hojas de cálculo y documentos de procesamiento de textos, se pueden realizar con facilidad mientras se camina o se pedalea simultáneamente. Sin embargo, estas son solo pautas. Es importante explorar la posibilidad de agregar movimiento a la jornada laboral de la manera que sea mejor para cada usuario individual.