Aunque puede resultar difícil encontrar puntos en los que los padres, médicos, políticos y profesores puedan ponerse de acuerdo al mismo tiempo, la salud de nuestros niños es la máxima prioridad para todos. Durante décadas, la obesidad infantil ha sido un tema polémico para los responsables de las políticas y los consejos escolares, que reconocen que nos encontramos en medio de una epidemia nacional que no solo está afectando la calidad de vida de nuestros niños en su juventud, sino que también está marcando la pauta para las próximas décadas.
La verdad es que para abordar un problema de esta magnitud, todos deben hacer mejoras allí donde tengan influencia. A continuación, se presentan algunas medidas viables que todos pueden adoptar, desde cambios en la dieta hasta invertir en equipos de gimnasia para la oficina . Ha llegado el momento de acabar con las cifras de obesidad por completo.
Escuelas más sanas, niños más sanos
Gran parte de la obesidad es resultado de nuestros hábitos y, al analizar los hábitos de nuestros hijos, debemos determinar dónde pasan la mayor parte del tiempo. Para la mayoría de los niños, es en casa o en el aula.
Por su parte, las escuelas han intentado crear un entorno en el que los niños puedan ser lo más saludables posible, especialmente proporcionándoles pupitres con acceso para caminar y opciones de almuerzos buenos y nutritivos. Pero ¿qué ocurre en las aulas? Resulta que hay algunas formas en las que los profesores pueden promover un estilo de vida saludable en sus alumnos mientras están aprendiendo.
Comience calentando
No queremos hacer un entrenamiento intenso con músculos helados y los niños tampoco quieren sentarse y prepararse para aprender sin un poco de calentamiento. Se pueden decir muchas cosas a favor de las canciones y los ejercicios diseñados para ayudarlos a "quitarse los nervios", y se pueden emplear esas mismas tácticas en el aula. Esto es especialmente cierto para los niños que están aprendiendo a distancia.
- Intente realizar una carrera hacia la pizarra entre dos equipos, donde los dos niños que estén al frente de la fila deben correr hacia la pizarra y deletrear una palabra correctamente o resolver un problema de matemáticas.
- Haga que los niños realicen algunos ejercicios calisténicos ligeros junto a sus pupitres. Asegúrese de que todas las partes de su cuerpo se estiren y se muevan, incluidas las zonas que se pasan por alto, como los tobillos y las muñecas.
- Lleve a los niños al exterior para que corran una carrera rápida alrededor del perímetro del predio. Puede ofrecerles incentivos para que la completen antes de un tiempo determinado y así no desperdicien nada de lo aprendido.
Invierta en un escritorio con cinta de correr
Esto resulta útil tanto para niños como para adultos en cualquier entorno. Un escritorio con cinta de correr permite caminar un poco mientras los niños están estudiando, leyendo o escribiendo. Estos escritorios han sido objeto de mucho estudio y escrutinio desde su invención y se han descubierto algunos beneficios para quienes los usan:
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Mejora la memoria y las habilidades cognitivas . El simple acto de realizar un movimiento suave mantiene el cerebro ocupado pero no lo distrae de la tarea en cuestión, mientras que caminar hace que a los niños les resulte imposible quedarse dormidos en clase.
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Menor riesgo de dolor de cuello y espalda. Como los niños están de pie, no tienen que inclinarse sobre los libros ni torcer el cuello. Esto tiene el beneficio adicional de ayudar a eliminar la escoliosis de aparición temprana.
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Menor riesgo de muerte prematura. Al final, las personas más sanas viven más. Los niños que crecen sin el problema de la obesidad tienen menos problemas cardiovasculares y pulmonares que podrían dificultar (o acortar) la vida en el futuro.
Considere el aprendizaje al aire libre
Naturalmente, algunas materias son más propicias para estudiarlas en el interior, como las matemáticas y la informática, que requieren el uso de la pizarra. Pero algunas materias pueden abordarse al aire libre si el plan de clase principal es una conferencia. El aumento de vitamina D será bueno para los niños y siempre es fácil convertir un día lento en uno activo cuando se está al aire libre.
- Haz que los niños saquen sus libros de inglés y participen en una conversación sobre temas, personajes y el autor mientras están en contacto con la naturaleza. Incluso puedes explicarles que la mayoría de las personas en la historia leen libros al aire libre o bajo la luz natural del sol, que es lo que vas a hacer hoy.
- Aprender ciencias fuera del aula puede ser divertido, ya que hay numerosos recursos visuales disponibles para agregar contexto a lo que se está hablando. La fotosíntesis, el ciclo del agua, la tectónica de placas e incluso los debates sobre el sistema musculoesquelético y las células pueden tratarse al aire libre.
- El tiempo al aire libre también es un incentivo eficaz para obtener buenas notas y un buen comportamiento. Si los niños se acostumbran a moverse (ya sea en su escritorio con cinta de correr o al aire libre) durante la escuela, comenzarán a crear un estilo de vida más activo para ellos mismos.
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